» Legeremancia Innata | Éride A. Peverell | Masquerade «

La familia Peverell esconde uno de los secretos más curiosos dentro del mundo mágico, que va más allá con el hecho de que el apellido ha permanecido con el paso del tiempo. Los miembros de aquella familia eran seguidos, ya que poseían dones extraordinarios, como lo eran la abindigencia, el parsel y la legeremancia, siendo esta última una habilidad que no era bien vista ante la comunidad de magos y brujas y muy poco conocida. Como consecuencia de ello, se vieron en la obligación de esconder este don y no compartirlo con los demás, protegiéndose entre ellos mismos.

Los rumores no tardarían mucho en esparcirse lo suficiente y que llegaran a oídos de magos oscuros, interesados en tenerlos en sus filas para cumplir con sus dudosos objetivos. Aquellos que se negaban a unirse… les tocaba un destino peor que la muerte misma.

Siendo una de los últimos descendientes de los Peverell, Éride tuvo que ser escondida y entrenada por mucho tiempo. Su padre Nerón sacrificó su vida para proteger a sus más cercanos, confiando la vida de su apreciada hija a manos de su hermana, Fedra, quién más adelante estaría encargada de entrenarla y enseñarle las prácticas más oscuras de este don, con el fin de responder aquellas dudas que atormentaban su pasado y que continuara con el legado familiar.

Y así sucedió, desde que tiene 11 años, empezó a ser educada en casa por su tía, aprendiendo las antiguas artes de la legeremancia para que a futuro supiera qué hacer cuando se presentara la oportunidad. Lamentablemente todo se complicó cuando los dones de la pequeña se hicieron notar aún más. Como medida preventiva, Fedra optó por borrar la memoria de su sobrina de todo lo que había aprendido en relación a ello. Y para protegerla, decidió enviarla a Hogwarts a mediados de su segundo año, quedando en la casa Slytherin.

Eso solamente logró que Éride estuviera segura por un tiempo, como una medida parche que aguantaría por unos años más. Hasta llegar el verano de 1996. La rubia platinada vio la oportunidad de encontrarse a su tía luego de meses, sin celebrar juntas como lo hacían generalmente.

— Creo que debemos hablar. — Dijo, al encontrar a su tía en la cocina, apenas llegando de la estación de King's Cross.
Habían cosas de las que debía hablar y todo se estaba dando de manera extraña. Su tía estaba en casa y no la veía desde que Lax Fontaine tomó el mando en Hogwarts. Fueron periodos raros, que ni siquiera fue capaz de pasar tiempo en las fiestas con su sobrina, incluso con los múltiples peligros que ella pasó.

— Por qué me ocultaste la existencia de mi hermano Thomas. — Se apoyó del marco de la puerta, de brazos cruzados. Esperaba una respuesta lo suficientemente lógica de su tía.

— Porque era necesario. Es parte del propósito que tenía tu padre. — Dijo Fedra, girándose suavemente para ver a su sobrina. Su semblante estaba neutro en aquel momento, como si no le importara el como se sentía la joven.

— Y qué propósito era ese. — El semblante de Éride era cada vez más serio. Esperó esta oportunidad por… ¿meses? ¿más de un año? Para al fin enfrentarse a su tía y que le contara toda la verdad.
— Thomas no está acá, salió con sus amigos. Así que tenemos tiempo para que me digas qué pasa ahora.

— En aquel tiempo... — Explicaba Fédra — tuvimos que escapar de Roma ya que nos perseguían. Sí, a los Peverell nos perseguían. Era la única manera para que tu padre nos pudiera proteger. Tanto a ti, a mi y a tu hermano. Tu madre se llevó a tu hermano a Alemania, me parece… La idea era que lograran conocerse, pero no esperaba que fuera en la escuela… De todas formas, creo que ya están listos.

Se percibía la indiferencia por parte de la mayor, lo que continuaba frustrando a la joven bruja. Sus ganas de gritarle, de decirle tantas cosas, pasaban por su mente. Sus deseos de saber más abordaban cada aspecto de ella, por lo que en un instante empezó a escuchar... ¿Murmullos? ¿Quién más estaba ahí? Sabía que solo estaban ellas dos. Estaba confundida. Aquellos murmullos apenas audibles en un inicio, comenzaban a hacerse notar más y más. Reconoció el tono de voz de su tía, que resonaba en su mente, atosigándole con mil pensamientos, logrando apenas mantener algunos dentro de su memoria. Éride en un intento desesperado, se tapó los oídos esperando a que aquello parara, pero no fue así.

Fedra notó las acciones de su sobrina, temiendo lo peor. Su don se hacía presente y la joven no estaba preparada para comprenderlo. No tenía más opción, seguir escondiéndole aquella parte sobre lo que estaba destinada a ser era ilógico. Por lo que le ayudó a cesar aquellos murmullos para explicarle más detenidamente.
— Éride... eres una legeremante.

— Caldero Chorreante. Diciembre de 1996. [OFF: 23/04/22 - 20:30 CH].

Casi ha pasado un año desde que mi tía me dijo que era una Legeremante... ¿Eso es posible? ¿Cómo alguien puede leer la mente de una persona? A veces siento culpa, invado sin permiso alguno la mente de la gente y con ello su privacidad, sus pensamientos más profundos... Debería ser cuidadosa con ello... Por otro lado, sigo molesta con ella por esconderme aquel secreto por tanto tiempo. ¿Cuántas cosas más aún no me ha dicho? ¿Ella ha leído mis pensamientos todo este tiempo y no estaba enterada?
Es probable que daba comenzar aprender por mi misma... Aún no quiero hablar con ella. Dijo que podía enseñarme, pero... ¿enseñarme qué cosas? Me tomaré mi tiempo para pensar más calmadamente en ello.

Hasta entonces, considero que es importante poner en práctica esta... "habilidad", si se le puede llamar de esa forma. El problema, es que me fui por un extremo que llamó mi atención.
Al llegar al Caldero, me encontré con Sara. Y por el mero hecho de mirarla, escuché... sus pensamientos. Aunque, no eran algo "común", sino... eran diversas voces que tenía ahí, como si la atacaran, invadieran. Y no solamente a ella, también me agobiaron a mi.

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— Hogwarts. Abril de 1997. [OFF: 27/04/22 - 21:50 CH].

Pasé mucho tiempo estando enfocada en mis estudios y... sobrevivir. Al menos desde que comenzó el torneo de los 4 campeones. Cuando Fontaine dejó el castillo, la cosa cambió. Se me presentó una oportunidad de calmarme y estar más relajada.
Nunca pensé en la posibilidad de tener novio... pero ahí estaba Matt. Fue sincero conmigo desde el primer día y a pesar de todo, he respetado su condición y se que si yo estuviera en esa posición, el también lo haría.

[17/04/22 - Recuerdo de cuando Matt confesó su condición como Semi-Vampiro: [1] - [2] ]

Estoy agradecida de tenerlo en mi vida y me ha cuidado más que cualquier otra persona.
Hoy sin querer escuché parte de sus pensamientos, pero... lo encontré adorable, a pesar de que hace el intento de mostrarse frío todo el tiempo.

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— ¿Alemania...? Julio de 1997. [OFF: 30/04/22 - 19:30 CH].

Ir al Oktoberfest fue definitivamente un desafío que, hasta el momento, no entiendo como sobreviví. Estar frente demasiadas personas, escuchar tantos pensamientos... Se mezclaban unos de otros y no entendía con claridad. ¿Quizás deba acercarme a mi tía para preguntarle aquellos secretos que implica el control de la legeremancia...? Es probable. Pero todo a su tiempo.
Volviendo a lo anterior, me vi en la necesidad de decirle a Matt sobre mi... "secretito...". Parecía no entenderlo bien en un inicio, sin embargo, tampoco pareció juzgarme por mi capacidad de leer y escuchar sus pensamientos. Al contrario, me apoyó y me cuidó hasta que me sentí mejor.

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— Hogwarts. Enero de 1998. [OFF: 08/05/22 - 23:30 CH].

Pronto se acercarían los exámenes y de a poco empecé a sentir la presión que implicaba crecer. La sensación es horrible. Aparecen más posibilidades y ya debo tomar una decisión en donde destinaré mi futuro. Al menos... no todo parece tan terrible. Matt me pidió que viviera con él. Y la idea de despegarme de mi tía me aliviaba. Sin embargo, debo llevarme a Thomas conmigo porque no pienso que pase los mismos problemas que yo.

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Luego de esa charla con Matt, me pasó algo de lo más raro. Me di cuenta que ahora tengo la capacidad de conectarme en la mente de las personas sin la necesidad de mirarlos. Por un momento me sentí... ¿poderosa? Pero eso no era todo... ¡Logré ver recuerdos! Pensé que solo aquellos con el don podían hacerlo... ¿tendré un don especial?

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— Agosto de 1998. Londres.

El verano comenzó y Éride logró graduarse con honores de la escuela. Con ello empezaban nuevos desafíos y deberes… Tendría que buscar un trabajo, un lugar para vivir… porque estaba empeñada en alejarse de su tía. Especialmente por Thomas, a quién no dejaría que se quedara solo con aquella mujer.

Estando ya en casa, empezó a empacar sus cosas de a poco… normalmente podría hacerlo con ayuda de magia, pero la nostalgia le invadía y ver sus objetos personales y aquellas cuatro paredes que contenían sus secretos más profundos… era algo que necesitaba meditar.

Bajó por las escaleras y notó la presencia de aquella figura reconocida sentada cerca del mesón, con un café a la mano y leyendo el diario “El Profeta”. ¿Desde qué estaba ahí tan calmada y en su casa? Todo era muy extraño.

Se ubicó frente a Fedra, dispuesta a romper el silencio que había en el lugar, con una duda en particular:

— ¿Qué más sabes sobre la legeremancia?

Fedra no dudó en bajar el diario al escucharle y dar un pequeño sorbo a su café caliente, antes de dar su respuesta.

— Es un arte bastante antiguo, que ha pasado en nuestra familia de generación en generación. No todos tienen el don que poseemos las dos y a muchos les gustaría desarrollarlo.

Éride se sentó a una leve distancia de su tía. No tenía muchas intenciones de mantener la cercanía, luego de todo lo vivido.

— La legeremancia te permite… Averiguar más cosas de fondo. Leer los pensamientos más profundos de la gente, conocer sus intenciones, ver sus recuerdos más recientes… Siempre estarás enterada de la verdad que hay detrás de cada persona. Y mucho más.

Fedra se detuvo un momento para ver a la joven bruja, que ya no era tan niña. En aquel momento, estaría celebrando su cumpleaños 18. Era un hito para la familia Peverell.

— Cuando tenía tu edad, Éride, era capaz de realizar diversas cosas con ese don. Aún puedo hacer eso y mucho más… Si tan solo me dejaras enseñar...

— ¿Enseñarme a que? — Éride se levantó de su lugar, interrumpiendo la oración de su tía. Completamente indignada y de brazos cruzados.

— La mente de las personas es un estudio tan particular… Puedes… leerla, analizarla… — Fedra realizó una pausa, para finalmente decir… — Manipularla.

— ¿A qué te refieres…? ¿Ese no sería uno de los actos más impuros que se podrían hacer a una persona…?

— Hay actos mucho más impuros que ese… Puedes manipular la mente de la persona a tu antojo… Puedes hacerle pensar que en algún momento estuvo en otro punto del país y nunca puso un pie ahí... ¿Te das cuenta de las posibilidades que se presentan con ello?

Éride la miraría con asco por aquellos comentarios y pensamientos... ¿Qué pasaba por la mente de su tía y qué actos llevó a cabo en un pasado? Es algo que hasta el día de hoy se desconoce.

— Estás enferma… ¿Llegar y abusar de la gente de esa forma…?

— Algún día, Éride, lo intentarás y te gustará hacerlo. Y te acordarás de todo lo que te dije ahora. Incluso podrías hasta ser mejor que yo, quién sabe.

— Sabes que yo no llevaría a cabo esos actos…

— Lo sé, por eso estás obligada a aprender. Digamos… ¿qué pasaría si… de la nada, Thomas olvidara que tiene una hermana…? Y créeme, soy capaz de hacer aquello. Ya he hecho contigo lo mismo.

Éride se quedó sin aire. ¿Qué era lo que decía su tía? ¿Acaso las lagunas mentales eran por culpa de ella? ¿Qué otras cosas había hecho con su mente y ella no estaba enterada? ¿O simplemente sería un intento de manipulación de su parte? Aún así, la integridad de su hermano estaba en juego y no lo pondría en peligro.

— Te enterarás de todo en su debido momento, sobrina. Hasta entonces, déjame enseñarte… las artes más antiguas de la legeremancia.

Sentenció finalmente Fedra, dejando a su sobrina sin más opciones, solo que aceptar. Esto era algo que debería guardárselo por su bien y no comentarlo con los demás.

— Caldero Chorreante, octubre de 1999. [OFF: 19/05/22 - 21:05 CH].

Por alguna razón, tengo una conexión especial con la familia Black Crouch. Dasha, Aiden y Anne son muy cercanos a mi, como yo también soy muy cercana a ellos. Aunque en su momento no recordaba que tenían un hermano mayor. Ese es Mason, aunque en su momento lo conocí como "Vasil" en la escuela. No lo había visto después de que él se graduó. Por alguna razón, lo vi en el Caldero Chorreante y parecía... diferente a la última vez. No dudé en leer su mente, pero... ¿Cómo fue capaz de conocer mi habilidad? No pude evitar entrar en pánico, espero que la tía Fedra no se de cuenta... Pero ese no es el punto ahora.
¿Está conectado con Fontaine...? Si es así... Puede que puse a mi familia en peligro por ser curiosa.

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— Caldero Chorreante, diciembre de 1999. [OFF: 21/05/22 - 22:00 CH].

Anne notó que me comportaba de manera extraña, sentía demasiado temor en ese momento dados los acontecimientos recientes. No dudé en comentarle lo que vi de Mason. Sabía que ella también estaba al tanto y... al escuchar sus pensamientos, confirmé el peor de mis temores.

No dudé en confesar mi habilidad hacia ella, espero que no le diga a nadie.
Ella tenía algo que decirme, espero poder hablar con ella dentro de poco.

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— Hogwarts, enero del 2000. [OFF: 05/06/22 - 18:40 CH].

Apenas llegué a Hogwarts, lo primero que hice fue acompañar a Sara a su cabaña.
Tuve una experiencia rara... ¿pude hablar con ella en su mente? Ella dijo que se escuchaba fuerte y claro, como si hablara con Oliver por medio de la conexión que tienen gracias a los anillos.
¿Otro regalo más? Debería perfeccionarme.

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— Hogwarts, mayo del 2000. [OFF: 09/06/22 - 20:55 CH].

Por alguna razón, pareciera que la gente es más suceptible cuando está deprimida, es como si los pensamientos llegaran hacia mi con más facilidad y sin la necesidad de concentrarme en la mente de ellos.
Creo que hoy llegó mi primer sermón por parte de Anne. Dice que tenga cuidado al ver más allá de los pensamientos, por si llego a encontrar algo que no me gustara. Aunque... lo dijo un poco tarde. Mason está muerto y hace meses... ¿cómo no me enteré de eso antes?

Omití el hecho de que mis amigos me negaran esa información y le comenté a Anne sobre el sueño que tengo de forma recurrente. Creo que la dejé traumada, aunque quien sabe.

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— Hogwarts, junio del 2000. [OFF: 10/06/22 - 19:15 CH].

Definitivamente los Peverell somos una familia llena de curiosidades. Cometí la tremenda tontería de salir al círculo de piedra en plena noche de luna llena. Es lo más insensato que he hecho hasta ahora. Sin embargo... pasó algo tan surealista... Mi primo es un licantropo y como estaba bajo la matalobos, logré comunicarme con él por medio de los pensamientos.

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— Hogwarts, abril del 2001. [OFF: 23/06/22 - 23:30 CH].

Me tomé el tiempo de conocer un poco más al profesor de Astronomía. Se ve que tiene una cultura interesante en comparación a la mía. Me causó gracia el que intentara sorprenderme... ¿para qué? No me acostumbro a eso...

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